“A partir de hoy he decidido no dejar de escribir jamás.”

El fin de este blog es intentar sacar lo mejor de mi interior, expresarlo, reflejarlo en papel

( a puño y letra) y como mandan las reglas modernas: informatizarlo. Con ello pretendo enriquecerme y formar una rutina digna de ser vivida.

Si hay algo que especialmente me motiva es saber que dentro de este joven, con estudios por los pelos (graduado escolar) hay una persona luchadora y con ganas de superarse ante cualquier obstáculo, sin dejar que nada ni nadie me juzgue por lo que parezco, sino por lo que realmente soy.

Mi etapa de estudiante no fue fácil. En mi último año, el cual tuve que repetir, hubo una anécdota que marcará mi vida.

La Lengua Castellana siempre había sido mi asignatura pendiente y a lo largo del curso solía dejarme los exámenes en blanco. Esta vez, decidí hacer el examen del curso entero para el cual estudié y me preparé con gran esfuerzo y trabajo.

Finalmente conseguí sacarme el graduado escolar pero suspendí de nuevo dicha asignatura, la cual “siempre me ha quedado pendiente”.

Aquello sucedió así:

Aula llena, notas del primer examen del curso (después de venir de un verano en casa a “modo repetidor”), esperanzas porque realmente había estudiado y dedos cruzados ya que quería empezar con buen pie mi último curso para conseguir el dichoso graduado.

-Muy bien Sr.Carlos Juan Santana Pelegrín (todo el aula callada, me pongo firme), se nota que has estudiado (sonrisa en la boca): insuficiente alto = insuficiente?? = suspenso.

Sinceramente aquello, como otras tantas cosas a lo largo de mi vida, me dejó especialmente marcado pero siempre lo recordaré con una sonrisa en la boca.


“A partir de hoy he decidido no dejar de escribir jamás.”



miércoles, 18 de marzo de 2015

Victorias bulliciosas, derrotas en calma.

 A lo largo de mi vida lo he podido vivir y experimentar en mis propias carnes. Si algo tengo claro, es que en esta  vida siempre no se puede ganar, de hecho; asumir cien victorias juntas es mucho más fácil de digerir que una sola derrota.
Cuando sales victorioso en cualquier faceta de la vida, se multiplican las acciones bulliciosas que sin darte cuenta te debilitan; en la espalda te brotan las palmadas, los elogios se magnifican, las sonrisas se multiplican y las orejas te cosquillean .... pero ante todo esto, os puedo asegurar que se aprende más de una simple derrota que de más de cien victorias juntas. La derrota es solitaria, insípida, agria y  te atraviesa el estomago como si de una larga espada se tratara. Pero es en ese justo instante, cuando la vida parece que  se empeña en arrinconarte, exprimirte y asfixiarte, que sin saber cómo ni porqué se decide a sacar lo mejor de ti mismo.
Te hace mucho más fuerte, más humilde, más humano y te deja bien claro quién eres y de dónde vienes.
Porque si algo tengo bien claro es saber de dónde venimos y a dónde llegaremos, es muy sencillo: Ley de vida, ciclo humano: 1-nacemos 2-vivimos 3-morimos.

Por eso, con la cabeza bien alta, la mirada bien clara, el corazón entregado y mi alma en calma, asumiré todas mis derrotas y sin pena ni gloria, esperaré una simple victoria. Y cuando la muerte venga a por mí, el orgullo y el sentimiento es lo único que se vendrá conmigo.






" No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento. " Mario Benedetti